Cuando todo el estrés ha terminado, y si aún te quedan un par de días libres para dedicarte a organizar tu nuevo hogar, es el momento de desempaquetar todas las cajas, poner cada cosa donde toca y conocer a los nuevos vecinos, entre otras labores. A continuación te proponemos algunas ideas para que no te aburras demasiado.
Crea un plan de desempaquetado
Organízate para invertir algo de tu tiempo en preparar un pequeño plan de desempaquetado y organizar tu nuevo hogar. De esa manera te asegurarás de que todo va como la seda aunque tengas el salón o el pasillo lleno de cajas, y los primeros días en tu nueva casa irás más relajado. Las personas, en general, sobreestiman lo que pueden conseguir en un día, pero subestiman lo que pueden lograr en una semana.
Dormitorios y baños primero
En cualquier plan de desempaquetado siempre deben ir primero los dormitorios y los baños. Una buena noche de sueño es esencial para despejar tu mente y asegurarte de que al día siguiente vas a ser capaz de desempaquetar todo en mejores condiciones. El cuarto de baño es la habitación que también debes organizar antes, por obvios motivos de higiene.
Organiza una fiesta de bienvenida en casa
Debes ser realista con la fijación de tu fecha de bienvenida, y eso te motivará para tenerlo todo listo para cuando llegue el gran día. Cada mudanza es distinta, pero en cualquier caso no dejes pasar más de un mes desde que llegas a tu nueva casa hasta que haces la fiesta, ya que si dejas pasar demasiado tiempo que te hayas mudado no será una novedad.
Conoce a los vecinos
Este es un buen comienzo para construir nuevas amistades, seguro que la gente del vecindario se interesa por conocerte nada más llegues y durante los primeros días. Hazte amigo de alguien que conozca la zona y pregúntale cuando lo necesites sobre cualquier cosa que él pueda saber, te ahorrará muchos problemas.
Explora tu nuevo entorno
Caminar por las calles de tu nuevo vecindario no sólo te ayudará a familiarizarse con el área, sino que te permitirá pasar algún tiempo lejos del proceso de desempacado. Sólo con estar al aire libre un rato se recargan las baterías, así podrás rendir mejor luego.