Adaptarse a un nuevo clima es a menudo una de las facetas más difíciles de la transición a una nueva ciudad cuando te mudas. Quienes viven en un área determinada conocen mejor su clima. Pueden prepararse para las altas temperaturas, los días fríos y las condiciones climáticas adversas habituales de la zona.
Por eso un recién llegado a un clima distinto deberá acostumbrarse a las nuevas condiciones de calor, humedad, frío o altitud. Para evitar que este largo proceso de adaptación se convierta en un desastre, te dejamos algunos consejos.
Haz las maletas con ropa adecuada
La forma más fácil de adaptarse a un nuevo clima es la ropa nueva. En un clima más frío, lleva ropa de abrigo. En un clima más cálido, coge tus gafas de sol y ropa de manga corta. Preparar tu armario para el clima es obviamente importante.
Cuando llegues, compra ropa nueva
El mercado de tiendas de ropa de tu zona actual dispone de ropa ideal para el clima de esa área. Una chaqueta hecha en Almería no debe usarse en una tormenta de nieve en Andorra. Los pantalones vaqueros, por ejemplo, son más ligeros en las zonas más cálidas para ayudar a sus usuarios a mantenerse frescos en todo momento. Así que cuando llegues a tu nueva ciudad, compra ropa fabricada en esa zona.
Cómo evitar el calor y la deshidratación en climas cálidos
En climas cálidos es muy importante mantenerse hidratado. Los golpes de calor y la deshidratación a menudo se pueden evitar fácilmente mediante un comportamiento responsable. Las quemaduras solares, aunque son una dolencia mucho menos común, también se pueden evitar con la misma facilidad. Usa protector solar, mantente hidratado y estos problemas pueden evitarse.
¿Y si te mudas a climas fríos?
Ir sin abrigo en un día frío puede tener más consecuencias que solo un caso leve de constipado. La consecuencia más drástica es la hipotermia, pero la exposición al clima frío también puede causar enfermedades menores, como resfriados, congelación y otras dolencias menos conocidas. Asegúrate también de tener en cuenta el viento y la nieve en el clima frío, no solo la temperatura.
Conclusiones
Adaptarse a un nuevo clima puede ser especialmente agotador para el cuerpo, considerando que está aclimatado a patrones climáticos completamente diferentes. Los primeros días aconsejamos mantenerse dentro de casa todo lo posible controlando la temperatura. Después, aclimátate a tu nueva zona saliendo afuera, aunque eso signifique tener que soportar condiciones climáticas incómodas.